El uso de la biomasa como recurso energético supone ventajas medioambientales, económicas y sociales de primer orden
Con el aprovechamiento sostenible de la biomasa se reduce la carga de combustible frente a incendios forestales, se facilita la regeneración natural favoreciendo la adecuada composición estructural y florística, mejorando el estado fitosanitario de los montes.
ADEMÁS, recupera usos tradicionales del monte que favorecen la conservación de los espacios naturales
Generando empleos permanentes y sostenibles diferentes al de otras energías renovables en zonas rurales económicamente deprimidas.
Vinculando a la población circundante al medio natural con una actividad económica sostenida y sostenible.
Fomenta la economía circular así como su aprovechamiento energético hace que el balance de CO2 sea neutro.